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-Raúl, saca este tarro de aquí, ¡tenemos Flaytes por todos lados! Esta no es una nave de carga, así que no nos van a lancear, nos van a secuestrar.

-Eso trato, pero el motor no responde.

-¡Ah!, esta cosa está tan mala que si la roban nos la van a devolver.

-Cállate y ayúdame. Tú quédate aquí, iré a encender el motor de forma manual.

Flaytes: Una casta que alguna vez fue humana, pero que la radiación y la hibridación genética con otras especies los alejó completamente de nuestra raza. Tuvieron su origen al finalizar la Guerra del Pacífico, cuando el estado les negó cualquier apoyo o sostén económico a los ex soldados que pelearon por la patria. Esto fue casi una sentencia de muerte para quienes resultaron mutilados. No tuvieron más alternativa que robar o adiestrar a sus mujeres e hijos para que lo hiciesen. Desde entonces, esa forma de subsistir para ellos se volvió la única valida. Aunque ya no hubiesen mutilados que alimentar ni falta de trabajo normal, robar para ellos era “trabajar”.

-¡Javier, ahora acciona el motor! Asegúrate que los giroscopios estén en posición correcta o vamos a salir disparados a la chucha.

-Nada… 

-CTM!, están lanzando ganchos de sujección, ¡nos van a llevar con nave y todo!

-no, ellos no nos van a llevar, cuando se roban las naves completas, tienen la costumbre de abandonar a los tripulantes en el espacio.

Durante el siglo XX y XXI causaron enormes problemas a la sociedad. Aburridos de los robos, asaltos y asesinatos, los ciudadanos, la gente común, decidió tomar cartas en el asunto y durante el verano del 2995, incendiaron y demolieron todo lo que antiguamente era el sector de La Legua, La Bandera, La Pincoya, Puente Alto, algunos sectores focalizados en San Miguel, Pedro Aguirre Cerda y La Reina.  En otras ciudades no se llevó registro de los lugares de exterminio. Se estima que fallecieron más de cinco millones de personas –entre Flaytes y gente común-.

-Apreta ese botón, si, si, ese azulito… no, el del lado ¡Si, ese!

-Raúl, echa a andar luego esto, nos van a capturar.

-Tranquilo, los ganchos van a resbalar, acabamos de activar los escudos diamagnéticos.

-si, ya se dieron cuenta de eso, la compuerta de su nave madre está abriéndose, nos van a tragar con nave y todo… literalmente.

Los sobrevivientes fueron capturados por el gobierno y usados en experimentos genéticos para probar la estabilidad de las mutaciones artificiales en presencia de radiación y posteriormente ser exiliados a Caronte. Siglos después –no se sabe cómo ni de donde- consiguieron la tecnología necesaria para escapar… y saquear las naves de abastecimiento para las entonces florecientes colonias en las lunas de Júpiter, Marte y Saturno. Hoy en día son una plaga, se da recompensa por cada nave Kuma que se derribe, pero rara vez es posible. Son maestros del acercamiento sigiloso, abren un agujero en el área de carga de las naves, toman lo que pueden y escapan, así de rápido. Esos son los lanzazos.

-Raúl, ganabas lo suficiente como para equipar tu nave, hacerle mantenimiento y manejarla de forma decente... ahora dime –Dijo calmado - : ¿¡Por qué cresta esta nave está peor que cuando la compraste en mercado libre!? –Dijo gritando-

-Ya, no le pongas color. ¡Mira, ya encendió!

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