sábado, 8 de octubre de 2011

Inicio 2

 Hace miles de años, alguien de quien ya no se recuerda el nombre, dejó constancia de nuestra real esencia en el entramado de lo existente, y no se equivocó: "Solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.  Y no estoy tan seguro de la primera". El universo hace siglos que dejó de ser inconmensurable; las astrofragatas y cargueros van y vienen desde y hasta el borde del universo para ingresar a otro con distintas propiedades y leyes. Y bueno, acerca de la estupidez... hay quienes son capaces de arriesgar sus trabajos, la seguridad de su mundo, sus propias vidas y las de sus amigos, tan solo por irse de carrete. Javier y Raúl fueron sorprendidos en el acto de desacato más deshonroso posible: Robarle a La logia.

Las cárceles de La Logia Jamás han sido un lugar deseable; entre los miembros de más bajo rango se cuchichea que a veces, el hecho de que las ratas te puedan comer vivo por destinarte a una celda que ha estado clausurada por meses es realmente lo de menos, lo más deseable: un final piadoso. Los rangos más altos en cambio tienen la conciencia de que sus cargos de mando y sus vidas, así como su integridad física y espiritual no significarán nada si llegasen a descubrir entre ellos a un traidor, ya que todos los conspiradores y posibles traidores (por la seguridad de la organización, nadie es inocente hasta que se demuestre lo contrario) son donados a la ciencia para los experimentos de recombinación genética que alguna vez nos permitirán vivir eternamente… esto según la versión oficial, ya desde hace varios siglos que la vida eterna es posible, pero los tecnobiólogos de La Logia necesitan distraerse de ves en cuando, mezclando cadenas y bases genéticas, reordenándolas, desarmándolas y volviéndolas a recombinar de miles de formas en cada individuo, que se sabe conciente de que su tortura será perpetua, ya que jamás podrá descansar en paz. Para los altos mandos de La Logia, sus científicos y sus cobayas humanas, la muerte no existe.

Las prisiones de La Logia harían parecer a la más aterradora mazmorra de la inquisición española un lugar deseable para cumplir condena. A pesar de todo, dos de los más prometedores agentes pertenecientes de la elite de la guardia oficial del Comandante en Jefe de La Logia , han decidido arriesgarlo todo y escapar de lo más profundo de uno de los tantos Bunkers subterráneos destinados para experimentos, con un pequeño frasco que no pesa más de 87 gramos… y ahora mastican su mala fortuna.

-Estupendo- dijo Javier- Así que lo que estábamos robando era el ADN del más letal de los reptiles, del arquetipo de las de las fuerzas telúricas, del agente destructor por excelencia… ¡y el imbecil lo quería usar para ir a una fiesta transgénica!
-No era cualquier fiesta, era la fiesta de la Amanita Antonia… y ya sabes, ella siempre va mutada de medusa o de gatita y…
-Y tú querías hacerte el lindo…
-…
-Ya, no importa, fue mi culpa el haberte ayudado, no debería haber traicionado mis principios, pero me sentía seguro. Pensé que había identificado todos los agujeros de seguridad.
-…
-Nos queda poco, Raúl. ¿Oyes eso? el Zeppelin está liberando hidrogeno, vamos a descender. Debemos estar llegando al laboratorio-prisión.
-…
-¿Sabes por que usan estas cosas en lugar de transportarnos en un carguero? Para demorar lo más posible la llegada a los laboratorios. No por piedad sino por tortura, para que reflexionemos y lleguemos a la conclusión de que cualquier cosa que hayamos hecho no es suficiente excusa para justificar lo que nos harán allí adentro…
-Lamento haberte metido en esta weá… sorry, pero de veras me quería lucir. Siento no haberte dicho antes qué y para qué era lo que íbamos a sacar, pero me habrías dicho que no. Si te interesa… no me registraron los bolsillos antes de subirme, tengo un corvo y si quieres podría librarte de lo que nos espera allá abajo.
-No, debo asumir las consecuencias de mis actos...
-…

El ruido que producía la liberación del gas era suave, pausado y podría decirse que hasta tranquilizador, era un pequeño réquiem para el nefasto destino que le espera a todas sus cargas. Cuando la arcaica aeronave se posó en la pista de aterrizaje y las compuertas se abrieron, no entró un ejercito de implantados que los sacó a patadas para trasladarlos al área de esterilización y limpieza y posteriormente a las celdas de experimentación genética, donde el doctor Sergei Kuatikov y sus ayudantes hacían y deshacían (literalmente) con sus genes; tampoco aparecieron los encargados de la sección 86, que los habrían llevado al sector de implantación neuronal, a cargo del profesor y doctor en hibridación genético-informático-astral Robert M. Alocilla, para que hiciesen las veces de hostings de las copias de seguridad de las conciencias y almas de los altos mandos, renovadas cada 8 horas en caso de que por causa de algún funesto accidente o atentado, sus cuerpos inmortales se viesen desintegrados o inutilizables. Lo que vieron al abrirse las compuertas fue al Coronel Emiliano y al Mayor Iván.

-Estimados ex agentes –dijo Emiliano-. Desde hace tres horas fueron emitidos sus certificados de defunción, oficialmente ya no existen. Ustedes iban viajando en el carguero que se dirigía a la isla Robinson Crusoe y estallaron por el camino debido a la fisión “accidental” del núcleo de Caupolicanio 988 –Un isótopo de alto poder destructivo- que propulsaba al reactor de la aeronave. En estos momentos un equipo de liquidadores trabaja limpiando el área, posicionando cargas de antimateria para eliminar parcialmente los elementos radiactivos. Es posible que ellos también deban ser… liquidados antes de regresar. Ya saben, la antimateria suele ser inestable si no se maneja con cuidado y podría estallar alguna carga antes de tiempo… sería un accidente lamentable.-Dijo irónicamente con una sonriza- Para hacer más cortos los trámites, ya tenemos los certificados de defunción de todos los liquidadores desde antes de que emprendieran el viaje.

Ni a Raúl ni a Javier les gustó aquel énfasis en “accidental”. Además, sabían que la limpieza con antimateria no era necesaria en un reactor de fisión, lo que sucedía era que querían eliminar los cuerpos y los posibles sobrevivientes que dieran cuenta de que ellos no viajaban allí. Si habían matado a toda la tripulación de un carguero y pretendían hacer lo mismo con un escuadrón de liquidadores altamente calificados solo para hacerlos parecer muertos en lugar de publicar sus nombres en las gruesas listas de los prisioneros que aparecen cada semana en el diario oficial, es que no planeaban deshacerse de ellos. Por lo menos no por el momento… Y se los estaban haciendo saber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario